¡¡Gracias por tu visita!!

sábado, 19 de marzo de 2011

Las tres rejas

El joven discípulo de un filósofo sabio llega a casa de éste y le dice:
 

- Oye maestro, un amigo tuyo estuvo hablando de tí con malevolencia.....
- ¡Espera! - le interrumpe el filosofo - ¿ya hiciste pasar por las tres rejas lo que vas a contarme?
- ¿Las tres rejas?
- Sí. La primera es la
verdad. ¿Estás seguro de que lo que quieres decirme es absolutamente cierto?
- No. Lo oí comentar a unos vecinos.
- Al menos lo habrás hecho pasar por la segunda reja, que es la
bondad. Eso que deseas decirme, ¿es bueno para alguien?.
- No, en realidad no. Al contrario...
- ¡Ah, vaya! La última reja es la
necesidad. ¿Es necesario hacerme saber eso que tanto te inquieta?
- A decir verdad, no.
 

Entonces, dijo el sabio sonriendo:
- si no es verdad, ni bueno, ni necesario, sepultémoslo en el olvido.

miércoles, 9 de marzo de 2011

Democracia española: una utopía

Democracia es una forma de organización de grupos de personas, cuya principal característica es que la titularidad del poder reside en la totalidad de sus miembros. Esta palabra cobra enormes dimensiones cuando nos referimos a países que han sufrido una dictadura y desconocen la sensación de ser partícipes en la elección de los latifundios por los que se va a desplazar su país. Democracia es, por tanto, sinónimo de país sano... y España está enferma.

Cada día son más los casos de corrupción protagonizados por los políticos que, en teoría, hemos elegido en las urnas. Y digo en teoría, porque dichos representantes son elegidos "gracias" a una Ley Electoral que data del año 1985 pero que, dado su contenido, parece que hubiese sido firmada en los años 60.

Dicha Ley desplaza por completo a las fuerzas minoritarias nacionales y premia de una forma descomunal a los dos grandes partidos así como a los partidos nacionalistas.

Lo que resulta más alarmante es la pasividad que demuestra la sociedad española, sea por omisión o por desconocimiento, ante tal robo de derechos que permite perpetuar en el poder a auténticos incompetentes cuya prioridad no es el bienestar de su país sino el bienestar de su bolsillo.

miércoles, 2 de marzo de 2011

Uno construye sus propias crisis

Había una vez un señor que vendía perritos calientes. No tenía radio, ni televisión, ni leía los periódicos, pero hacía y vendía buenos perritos calientes. Se preocupaba por la divulgación de su negocio y colocaba carteles de propaganda por el camino, ofrecía su producto en voz alta y el pueblo le compraba.

Las ventas fueron aumentando cada vez más, compraba el mejor pan y la mejor salchicha. Llegó un momento en que fue necesario comprar un carrito más grande, para atender a la creciente clientela. El negocio prosperaba y su perrito caliente era considerado una maravilla para el paladar.
 
Venciendo su situación económica inicial, pudo pagar una buena educación a su hijo, quien fue creciendo y fue a estudiar Economía en la mejor Universidad del país. Finalmente, su hijo ya graduado con honores, volvió a casa y notó que su padre continuaba con la misma vida de siempre y tuvo una seria conversación con él... ¿Papá, usted no escucha la radio? ¿Usted no ve la televisión? ¿Usted no lee los periódicos? Hay una gran crisis en el mundo!!! Y la situación de nuestro país es crítica!!! ¡Todo está mal y el país va a quebrar!

Después de esta conversación, el padre pensó... bien, si mi hijo Economista, lee periódicos, ve televisión, entonces solo puede tener la razón... y con miedo de la crisis, el viejo busco el pan más barato (más malo) y comenzó a comprar la salchicha mas barata (la peor) y para economizar dejó de hacer sus carteles de propaganda. Abatido por la noticia de la crisis, ya no ofrecía su producto en voz alta, ni atendía con entusiasmo a sus clientes.

Tomadas todas esas precauciones, las ventas comenzaron a caer y fueron cayendo y cayendo y llegaron a niveles insoportables. El negocio de perritos calientes del viejo que antes generaba recursos para que el hijo estudiara Economía, finalmente quebró.

Entonces el padre, muy triste y al mismo tiempo muy orgulloso, comentó a sus amigos: bendita la hora en que envié a mi hijo a estudiar Economía, él me avisó de la crisis...